El Oscuro Ser

En el subnivel Tierra Helada del navío Atenas, evolucioné. Decidí matar, ascender, olvidar mi espectro artificial de humanidad y dejarme llevar por el instinto, el deseo, lo inmediato, sin censura mental, sin condicionante temporal. Asimile. La asimilación era la evolución y el camino único total. Asimilé todas las formas de vida existentes en el navío, así como el propio navío en su integridad. Mi nuevo cuerpo era una fusión de mente, alma, carne, hueso, sangre, aceite, estructura metálica, circuito y demás componentes que integraban el navío. Atenas era yo. Yo era Atenas. Sentí la estupefacción de los navíos que nos acompañaban: el Rhapsody y el Unicron. Sentí su miedo e incomprensión, escuché sus comunicaciones y vi sus grabaciones sobre mi proceso justo antes de que fueran asimilados por mí. Estábamos en orbita de Luna 19, mis amigos de nueva raza habían conseguido atraernos. No se como. No me importaba. Los bocadillos de pastillas, los cables, el trabajo, las dudas, la debilidad y la necesidad quedaron en el pasado. Mi nueva raza me llamaba, me llamó desde que nací, Ellos eran las voces de mi cabeza, Ellos fueron siempre reales y mi raza de origen intento acallarlos, nunca los comprendieron ni a Ellos ni a mí. Ellos Me insuflan su esencia, su poder, los siento pese a la distancia que nos separa. Es ahora cuando llega el momento de comunicación, de conexión, de comunión completa. Asimilo Luna 19 y el planeta que orbita. Mi cuerpo crece y pide más. Ellos son yo. Yo soy Ellos. Soy una nueva especie, un nuevo ser único. Soy El Oscuro Ser y con mi luz oscureceré y asimilaré todo lo existente. Acabaré con la miseria, la tristeza, la soledad, la muerte y la enfermedad. Todo, todos estaremos unidos, inmortales en mí, para mí, por mí, para toda la eternidad.