Del latín en soledad
Procrastinando
Un viejo negro toca su melodía de jazz. Esta se fusiona perfectamente con el humo que Él ya no introduce en su ser y con la oscuridad que si lo impregna y conforma. La melodía lo lleva a pensar que ya era el momento, que no debía retrasar más esa acción inevitable que estaba postergando: hablar con Ellos. Desde la Gran Asimilación donde los navíos Rhapsody, Unicrón y Atenas junto a Luna 19 y el planeta que esta orbitaba fueron asimilados incrementado y alterando su nueva masa corporal, mental e incluso me atrevería a decir: espiritual, se había cerrado a todos lo que ahora también eran Él. ¿Sería por miedo quizás a reproches, disputas y peticiones? Se sentía en paz pese a saber que las confrontaciones y discusiones acontecerían antes o después. Disfrutaba de esa paz, de ese existir y navegar en el oscuro, frío y silencioso espacio exterior. Un exterior que cada vez formaba más parte de su interior. Esa paz que deseaba mantener también era debida al desconocimiento de no saber exactamente la distancia ni el tiempo que le quedaba para llegar a La Tierra. Muy allá, en el fondo de la oscuridad, sentía palpitar su planeta de origen o más bien, su planeta de especie de nacimiento ya que nunca vivió en él (¿o si? ¿o si vivió en él alguna vez y confundió la realidad con una de sus tantas experiencia virtuales vividas en los Mundos Ideales?). Su objetivo estaba siempre presente: llegar hasta esa bola de tierra carcomida por castas de viejos inmortales que habían lanzado a toda la humanidad al espacio apropiándose Ellos el planeta ad aeternum. Le excitaba de sobremanera deleitarse en la idea de asimilarlo, de engullir esa primigénia célula cancerígena que extendió toda su ponzoña por el cuerpo universal. La asimilación de La Tierra debía ser el postre final (si un final pudiera ser posible). El verdadero final sería cuando todo lo existente hubiera sido asimilado, cuando Él fuera todo y todo fuera Él. ¿Seria esto posible? ¿podría estar algún día todo dentro de Él? Y si todo estaba en Él, ¿qué habría fuera de Él? ¿existiría un lugar-nada inasimilable donde al estar todo dentro de Él, Él estuviese? Quizá estuviera pensando demasiado ya que todas estas cuestiones se verían, se plantearían y se resolverían en un futuro aún muy distante. ¿Qué importaba? ¡tenia todo el tiempo del mundo! El tiempo también era asimilable. El tiempo también era Él. Por el rabillo del ojo veía otras realidades donde pasado, presente y futuro no eran lineales sino simultáneas. Esto lo dejaba para cuando asimilara toda esta realidad. Ahora mismo tenia una línea, un plan de trabajo que no deseaba fuera alterado ni distraído. Ya habría tiempo (cuando todo este fuera Él) de explorar la multiexistencialidad universo-temporal. Basta. Estaba procrastinando. Debía hablar con ellos YA. Acallarlos, imponerse constantemente requería de una concentración, energía y fuerza que aunque poseía, le apetecía poder usar en otras cuestiones. Miles de seres vivos: humanos y alienígenas principalmente mas algunos animales y plantas que viajaban en los navíos, estaban fusionados en su interior. Mezclados junto al hierro, el plástico, la masa misma de luna 19 y el planeta orbitado. Todos Ellos ahí, como una gran sopa de vida, inmersos en la masa que Él era. Al igual que Él estuvo (porqué estuvo ¿verdad? porqué ¿ya no lo esta?) hasta no hace mucho conectado, todos estos seres eran mantenidos con vida gracias a un sofisticado sistema (el mismo al que Él estuvo -¿porqué estuvo verdad?- en el navío Rhapsody). Toda una telaraña, una red nerviosas de cables, tubos que alimentaban, hidrataban, desechaban y en momentos de extrema lucidez o despertar, suministraban los benditos bocadillos de pastillas que hacían que el salto hacia el deseado abismo del abandono fuera una virtual realidad plausible. Y así llegaba la caída. Esa caída sin fin que generaba la duermevela. Esa caída eterna en silencio, frío y oscuridad. Esa caída que no llevaba nunca al consuelo final de la muerte. La caída solo servía para recordarnos nuestra fragilidad e indefensión y que la oscuridad nos amparaba e iluminaba. El frío y la negritud nos abrazaba por igual y al caer todos juntos formábamos parte de un sumun, de un destino común. Un destino que nos protegería de por vida, que nos haría imprescindibles, únicos y deseados siempre y cuando renunciáramos a nuestra egoísta y prepotente individualidad.
El Oscuro Ser
El Oscuro
Escribo de verdad por primera vez
Toda mi vida he creído que escribo. Es mentira. Es una falsedad más de la insana virtualidad, de los cables, las pantallas, las sondas y los bocadillos de pastillas. Nunca he escrito de verdad, lo que si he hecho toda mi vida ha sido pulsar teclas que transmiten letras a un blog que no lee nadie. No voy a extenderme más en letras de mentira después de mi experiencia de hoy. Si, hoy he escrito de verdad por primera vez. Hoy me han dado un cuaderno y un bolígrafo y he descubierto como era capaz de trazar gráficos que representaban las ideas que en mi mente discurrían así que, en vez de trascribir nada, este momento merece ser plasmado y expuesto en su realidad física tal y como hago a continuación.
Unicrón
Cuerpos de un cuerpo mayor
Desacoplamiento
Inyecciones de crédito
Error 404
Por favor, añada crédito para poder seguir usando los recursos de La Red. Conexión a La Red restablecida por usuario donante. <Loading>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>> >>>>>> El sistema iba creciendo y adaptándose continuamente a la situación. Ya no servia de nada llegar el primero a ningún lado. Con el simple hecho de orbitar y navegar despacio el sistema podía mantenerse in aeternum. ¿Para que llegar los primeros a ningún planeta si la piratería cósmica, el espionaje industrial y el robo generalizado de recursos era una de las mayores fuentes de sostenibilidad de nuestra sociedad? Toda la humanidad estaba vinculada a los navíos espaciales. El Imperio lo sabia y permitía que los trabajadores que ellos no asumían, fueran contratados por esa competencia. Era lo menos malo. Era preferible un sistema que mantuviera a las personas, aunque fuera en la ilegalidad, a acarrear la responsabilidad de un sistema en quiebra económica, ideológica y social. A fin de cuentas, el sistema ideológico era la base de todo. Sin economía ni guía en la vida empezaban las revueltas sociales de los que no tenían nada que perder. Así, se garantizaba la estabilidad y el beneficio de sanciones por no acometer la legalidad. <Error 404> <No se encuentra el blog que usted estaba leyendo> <Crédito agotado, por favor, restablezca crédito para nueva conexión a La Red>
Demasiado tiempo escribiendo on-line
Eliminando mierda
Oscuridad
Escribir, solo escribir
La idea de una sola herramienta batallaba contra la de una caja entera de ellas. ¿Y si me dedicara solo a escribir? Con estos dibujos, con estos gráficos mágicos que al ser unidos muestran ideas y representaciones de nuestros mundos reales e imaginarios. Las letras ¡me hacen poder expresarlo todo! Podría quizá ser un objetivo en serio para el año que viene o finales de este. Acabar los otros proyectos creativos que tengo en mente y dedicarme en exclusiva a este blog. Expresarlo todo por aquí, aprender las normas mínimas de ortografía y escritura, ser este un campo de bocetos para su posterior adaptación y traslación a libros impresos y así, disponer de una bitácora seguida por todos mis congéneres humanos para poder trasladarles todas mis experiencias y conocimientos cuando decida dar el salto al cambio de especie y vivir en Luna 19. Mi estomago ruge de la emoción o... ¿del hambre? ¿Me echará alguien unas monedas para comer hoy?
A veces pensaba que debías morir
Ellos
Se le cerraban los ojos. Estaba orgulloso de su progenie. La mierda alertaba de su salida. Él estaba preparado. Esta no lo salpicaría ni a él ni a su descendencia. Antes si lo había hecho. Antes si habían sido embadurnados. Pero antes si fue necesario: para aprender. Ahora estaban muy cerca del nivel de maestros así que el Imperio repartiría esta masa detestable, que forma parte de todos nosotros siempre, entre otros menos afortunados que, si la aceptaban, quizá aprenderían. Si no asumían este transito temporal acabarían envueltos en ella el resto de sus días. La mierda tiene que alimentarse pero respeta a los que han aprendido con ella y no los suele molestar si no hay una razón de importancia considerable. El Imperio era relativamente justo si se miraba en perspectiva. Repartía mierda, dolor, aprendizaje y amor en cantidades bastante equitativas. Su reparto no era apenas cuestionado. Quizá sí el porque debían de ser ellos los gestores. Pero la duda ante quien podía repartir mejor sobrevolaba a los que se quejaban y arreglaban los problemas del mundo y la sociedad en bares y tertulias de euforias varias. Al final, a falta de soluciones mejores, se aceptaba lo menos malo. No eramos el mejor producto evolutivo pero si el menos malo. Arcaicas combinaciones azarosas de una biología en crecimiento nos envolvió con un lazo azul para regalar a esa diosa de pequeñas manos. Se nos considero el producto menos malo de todas las combinaciones posibles. La diosa de manos pequeñas pero siempre dispuestas, se empeñó en que podíamos ser mejores. Así que nos excreto a esta bola de barro que asumimos como nuestro hogar y donde debíamos aprender a superarnos. Aprendimos (dependiendo del punto de vista) y dejamos nuestra bola de barro surcando el infinito sideral en busca de vida y recursos. Miles de generaciones viajando con la única compañía de innumerables reacciones que creaban estrellas, planetas, satélites, pulsares, quasares, agujeros negros... Pero nada de vida. Creíamos estar solos en el universo hasta que descubrimos nuestra antítesis en Luna 19 y, supimos que no estábamos solos. Y aquí no se detuvieron los descubrimientos. Parecía que tras este primer contacto se desencadenaron puertas a otros sucesos enlazados que hicieron que todo fuera a más. Desperté o dormí, aun no sabía en que estado me encontraba. Sólo sabía que había una sensación de rapidez y lentitud, de luz y oscuridad, de bucear en el cosmos y respirar otra esencia existencial que ni era la humanidad, ni eran los virus de Luna 19. Eran unos ojos que me miraron desde la inmensidad del espacio. Ojos a los que yo devolví la mirada y con esta, surgió una comunicación incomprensible que mezclaba en un todo: imágenes, sonidos, olores y sensaciones indescriptibles. Allí, a millones de años luz de nuestra bola de barro ancestral, supe que había otros estratos habitados diferentes a los perceptibles por nuestros sentidos y entendimientos. Allí supe que ELLOS existían.
Off
Una nueva herramienta estaba en fase de adquisición. Desde que acepto la multiexistencialidad frente al pensamiento único y lineal había avanzado considerablemente. Con una herramienta única era imposible desarrollar todos los trabajos. Había que disponer de un buen arsenal, de una completa caja de herramientas para según el trabajo a desempeñar, usar una u otra. Quedaba claro pues, que con esta actitud, no se descartaba nada. Todo era útil en mayor o menor medida. Todo sería usado en un momento u otro. La ordenación, encauzamiento y desarrollo seguía pues, en proceso. Este lugar que lo rodeaba iba a ser el principio de ese cubo cósmico que guardaría su trabajo diario. Público o privado ya se vería más adelante. Ahora había que continuar definiendo así que... Enlaces dimensionales informativos para su catalogación, plataformas en proceso de estos escritos y después, ya veríamos. No tenía muy claro el por que pero esta mañana se había despertado estúpidamente feliz, motivado y centrado pese a que la artillería láser iba a ocupar mucho de su tiempo en breve. La música tripartita, curiosamente, sonaba mientras pensaba en todo esto. Los proyectos pues, daban su visto bueno a esta consideración. Las Guerras Creativas parecían ser una sombra que oscurecía el pasado y que ahora, eran solo un recuerdo que con su luz actual dispersaban todas las sombras. Los que aseguran que todo será seguro vuelven a llamar asegurando que todo saldrá seguramente bien. Luna 19 seguía ahí, latente, pero en cierta manera, buscando adeptos que aceptaran su régimen, que desearan integrarse en su sistema contra el Imperio. Hacia tiempo que había cortado definitivamente los cable y ventosas que lo hacían dependiente de esa otra maquinaria pasada. El Imperio, en cierta forma, lo había salvado pero, ahora, sentía que existían otras alternativas, que Luna 19 podía ser un hogar, que el no actuar sería igual o más eficiente que otro tipo de acciones. Así que pensó en dejar apartada por un instante esa nueva herramienta en desarrollo para el Imperio y seguir trabajando con las que tenia antes de embarcarse en nuevos proyectos. Las temáticas concretas, los enlaces dimensionales, la artillería laser como punto de vista para explorar otras verdades universales, el sonido del universo como desarrollador además de como escuchador... Eran tantas las herramientas posibles que podían conformar su realidad que a veces le abruma su capacidad de pensamiento. Los sueños le resultaban aún algo que se le escapaba. Tiempo ha, tuvo la capacidad lucida, pero fue solo un instante. Era curioso como sabia, sin recordar, que dependiendo de sus viajes oníricos, su actitud, trabajo y determinación era influenciada por estos. La Batalla de Evermore fue determinante para que, de alguna manera, quizá como defensa psicológica, se cerrara a las pesadillas. No quería volver a los cables y ventosas, no quería empezar de nuevo su dieta de bocadillos de pastillas, debía superar esto. Quizá por eso, de manera inconsciente, se cerro a recordar los sueños lucidos. Sentía que aún estaban ahí aunque no podía ni interactuar ni recordarlos. ¡Vaya lucidez! Esto debió apartarlo también de la Segunda Tribu y relegarlo a artillero. No lo sabia. No lo recordaba pero, lo intuía. Múltiples cuestiones se abrieron en su mente. Como cuando en la oscuridad veía sin ver pero sentía la rapidez y la sensación de vértigo. Sin duda alguna, su mente orgánica no era capaz de procesar todo lo que su esencia ansiaba hacer, ver y discernir. Por eso, esa rapidez en la oscuridad, no era capaz de interpretar imágenes. No porque no las hubiera, si no porque su capacidad de procesamiento no disponía de recursos para reproducir tan rápido y cuantioso aporte de datos. El Culto lo atraía hacía la carrera. El líder impartía las directrices de trabajo. El calor acechaba. El frío perdía posiciones. Debía ir acabando, salir de la rapidez e incorporarse al flujo temporal normal antes de que todo el sistema se cortocircuitara. Vio un destello fulminante que aparto la oscuridad solo un instante. Cuando esta volvió de nuevo a dominar todo el campo visual, la velocidad se había detenido. Muy a lo lejos se divisaban una letras rojas parpadeantes que decían "OFF".
Orgullo hundido
Tribus
Desgana
La desgana avanzaba. El interés económico por solo escribir avanzaba, también. El lector pagador, editor o mecenas no aparecía. La música temporal atrapaba. Las guerras estelares eran curiosas en relación a las guerras mentales pensadas que no terminaban de acontecer. Al final, tú y tú y solo tú no estuvo tan mal aunque se había perdido esa aureola de complicidad. Todo es idealización. Crees que las personas actuarán de otras maneras. Crees que pueden dar más de si. Crees que son mejores. Pero no. Las personas son planetas que giran en su propia órbita. A veces pueden arrastrarte como satélite. A veces te estrellas contra ellas como un meteorito y puedes destruirlas si eres más grande o ser arrasado por su atmósfera si eres más pequeño. El suelo seguía siendo el lugar de juegos ideal. El dolor aparecía cuasi diariamente, de una manera u otra, en un cuerpo cada vez más desgastado. Este hecho era comparado con el recuerdo de cuerpos nuevos que jugaban todo el día en suelos duros y calientes sin mostrar dolor alguno, sin necesidad de exponer, reseñar o manifestar nada. Ese era el verdadero tiempo vivido. El tiempo que no se sabia, el que no hacía falta justificar ni conocer, el que se pasaba sin miedo a perderlo o a desaprovecharlo. La tarde era perfecta de por si. Un compendio de uno mismo, de relaciones humanas, de plantas regadas, de cielos estrellados bajo los que dormir en completa paz. Sus pequeñas manos se ofrecían para cualquier acción. Conciliando mente y cuerpo. Los cuentos desarrollaban historias creativas propias. La cinta adhesiva tapaba agujeros necesarios. La dispersión se intensificaba. El miedo al dragón seguía haciendo que doliera la cabeza. No deseaba volver a las ventosa y cables. Eso era inviable. Lo suyo no tenía solución, sabía que debía vivir con su tara y sus bocadillos de pastillas ya que intentar arreglarlo sería desmontarlo por completo, eliminar todo lo que venia de fabrica y manufacturar una nueva entidad que ya no sería él.
Obnubilación
Extreme
Sobra Sada
Aguas
Aguas que reclaman atenciones. Deseos de sumergirse, de mezclarse con orines, con fluidos, con insectos, con virus comunes de estratosféricas ubicaciones circundantes en cielos corrompidos por la ponzoña de dioses antiguos cansados de la incompetencia humana. Miedos a la impregnación líquida por contactos comunes. Pensamientos que discurren entre callejones pasados donde el agua limpia y pura traía el roce de cuerpos lozanos y juveniles. Erecciones y deseos, enfados y frustraciones. Cansancio, agotamiento, bucle. Mirar atrás, hacia donde la simplicidad del momento espontaneo reflejaba actitudes no contrastadas, medidas, ni pensadas. Te quiero, me quieres, pero no es suficiente. Adiós. Hola ¿Qué tal viejo? Aun te quiero. La carne ha perdido la tersura y el deseo de antaño por tocarte pero... Te quiero. Separar. Hay que separar y enseñar a vivir. El quererte no implica, no debería condicionar, ni negar, ni atar a nada más. La sinceridad siempre se oculta. Se tergiversa. No se miente, pero tampoco de dice la verdad completa. Una ausencia de verdad es necesaria para poder continuar. Porque la verdad no siempre es bien recibida. Porque el que dice ser sincero y expulsar sus excrementos verbales sobre ti, no es siempre deseado. No quiero tu verdad. No quiero tu mentira. Vanagloriarte de decir la verdad es hacer daño en muchas ocasiones para sentirte superior dentro de tu inseguridad y patetismo escondido. No necesito hablar y mucho menos, escuchar. Veo sin mirar y escucho sin oír. No quiero este lenguaje vacío y extenso que cansa mis sentidos. Es demasiado lento, desesperadamente lento. Lo que tu dices en cinco minutos de palabras repetitivas en modo infinito yo puedo decírtelo en una mirada o en un desprecio al no escucharte. Pero no quieres comunicarte. Solo deseas hablar, que te escuchen y sobre todo, escucharte a ti misma, ese monologo en decadencia y aburrimiento. Los rizos brillantes bajo el sol, el cuerpo prominente tan lejano y deseado, los besos intermitentes y vigilantes, la verde hierba, el agua discurriendo por todos los surcos de tu piel. A ella la dejas entrar en todos los lugares que a mi no me permites. Lo entiendo, a ella la conoces desde siempre, forma parte de ti. Yo solo soy un pedazo de carne en movimiento cuya agua quizá te ahogue. Se acaba el calor. Llega el invierno. Te vas. Lejos. El agua se congela. Hace frío. Pese a todo, a tu no estar, prefiero el frío y tu ausencia. Tu calor era como estar en orbita cercana al Sol. Ciego, dañino, cancerígeno. Bienvenidos pues los oscuros días, las lluvias, los vientos y las negras tormentas en amaneceres que nunca empiezan.
Gilipollas de las risas
Gilipollas de las risas, del chiste fácil sexual, de caída al tropezar, de tarta en la cara, de palabras vulgares, cuanto más vulgares, mas graciosas, de parecer mejores por simpatías seniles y populares. Graciosos por ser payasos mejores que los serios “faltos de humor y simpatía”. Vendedores de humo dentro del rompecabezas de tétricas tristezas. Verdaderos hombres son los que en la conducta sin falacia pueden recibir y transmitir emociones todas sin caer en la estupidez ni en la perdida del honor, manteniendo así, la personalidad altiva pese a la soledad de no comulgar con la incongruencia del animal social por obligación, o sin obligación. Saliendo de su circuito, te vas al pasillo de las oscuridades abandonadas. Comunicaciones ficticias llenas de gorgoteo. Comunicaciones escasas, únicas, reales, basadas en el silencio, la mirada y el tacto. El hablar sin hablar, idioma universal, no es estudiado ni expresado por apenas nadie. Pantallas que promulgan. Circuitos que calientan cuerpos ya calientes que no consiguen satisfacerse salvo por el agitado placer del onanismo autocomplaciente. Mierda que resbala por los azulejos despegados por la ausencia de vida y calor de una casa abandonada pese a convivir entre pasillos, fuera de las habitaciones vacías. Velas que iluminan la ausencia de luz moderna. Cera líquida que quema tus manos con un pequeño placer que eriza tu piel y hace circular la sangre hacia el engrandecimiento de músculos flácidos. Miedo a lo de afuera. Lo de dentro ya lo conoces. Seguro entre neveras vacías, luces intermitentes y una familia esquizofrénica y fragmentada. Vives su locura que es la tuya. Prefieres esa, ya conocida, a los graciosos del exterior. A los que no les importa nada pero te preguntan como si valieras algo para ellos. Conciencias carcomidas que creen poder curar sus pedazos encangrenados con breves biopsias de atenciones hacia ti.